HOUSTON – La ciudad espacial enfrenta una nueva ola de delitos que recuerdan a los robos en tiendas, pero esta vez con un giro más inquietante y preocupante para algunos: grabaciones invasivas que vulneran la privacidad de clientes y ciudadanos.

En el primer caso, Tuong Thien Mac, de 50 años, fue arrestado tras instalar una cámara oculta en un baño para grabar a mujeres jóvenes sin su consentimiento.

El expediente judicial detalla que las imágenes captaban áreas íntimas de las víctimas. Mac permanece en la cárcel y su audiencia preliminar está fijada para el 19 de noviembre en la Corte 495. La fiscalía solicitó una fianza de 40,000 dólares.

El segundo caso ocurrió en un supermercado Kroger del noroeste de Houston. Carlos Palacios, de 18 años, ex empleado de la tienda, fue acusado de colocar su teléfono bajo el vestido de una clienta mientras ella compraba junto a su hija. La mujer lo confrontó y posteriormente informó al personal.

Cámaras de seguridad confirmaron el incidente y el sospechoso entregó declaraciones al gerente. Aunque enfrenta un cargo por grabación invasiva, aún no ha sido detenido; la fiscalía pidió una fianza de 15,000 dólares. La empresa Kroger reaccionó e informó estar al tanto de la situación.

“Estamos conscientes de esta situación y la tomamos muy en serio. La seguridad y el bienestar de nuestros clientes y asociados siguen siendo nuestra máxima prioridad. El empleado relacionado con este asunto ya no forma parte de la compañía”, declaró Shayna Barrett, directora de Comunicaciones y Asuntos Públicos de The Kroger Co.

Estos hechos, que evocan la sensación de inseguridad propia de los robos en tiendas, subrayan la necesidad de reforzar medidas de vigilancia y protección de la privacidad en espacios públicos y privados de Houston.