Consejos para que tu mudanza no sea un desastre
Cuando nos viene a la mente que necesitamos hacer una mudanza, no siempre pensamos en todo o simplemente no sabemos cuáles son las mejores prácticas para que todo salga bien. Es por eso que aquí te dejamos estas ideas para que te resulte más sencillo.
Programa fecha y hora. Puede parecer algo obvio, pero si planeas todo con tiempo de sobra, probablemente reduzcas el estrés y los costos del proceso.
Haz un inventario. Esta práctica es parte de una buena planeación, ya sea mucho o poco, nunca está de más hacer una lista.
Verifica cómo guardar tus cosas. Ya sea en bolsas o cajas, trata de tener siempre de sobra para no quedarte sin espacio. También revisa que sean bastante resistentes. Por suerte, algunos servicios de mudanza ya te ofrecen estos materiales.
Antes de ponerte a empaquetar tus enseres, haz limpieza y deshazte de todo aquello que no quieres conservar en esta nueva etapa. Dado que solemos acumular muchos objetos, la mudanza es el momento perfecto para eliminar todo aquello que ya no te sirve, no te gusta o no necesitas. Con esta fórmula te ahorrarás tiempo y estrés y además podrás donar, reciclar o tirar todos aquellos enseres que no necesitas, reduciendo la cantidad de cosas a desplazar, lo cual puede suponerte también un ahorro de dinero si contratas a una empresa o alquilas un camión, pues lo necesitarás por menos tiempo.
Prepara un plan de embalaje. El plan de embalaje consiste en empacar tus pertenencias empezando por las habitaciones o enseres que menos utilices.
Empieza desmontando esas estancias y así podrás almacenar en ellas todo aquello que no necesites durante este periodo, así podrás optimizar tu tiempo y podrás seguir usando todos los objetos más importantes.
A fin de ayudarte en la mudanza, etiqueta tus cajas para saber qué contienen, dónde se tendrán que ubicar posteriormente y si se trata de algo frágil o no. Con todas estas indicaciones podrás priorizar el desempaquetado tras la mudanza.
No sobrecargues las cajas. Aunque sabemos que resulta tentador llenarlas, es mejor usar cajas pequeñas para artículos pesados y cajas grandes para los objetos más ligeros. De este modo, evitarás que la caja se rompa, se caiga y dañe tanto los enseres que contiene como a la persona que la transporta.
Prepara un kit de supervivencia. En cuanto empieces a embalar las cajas, te recomendamos reservar el llamado «kit de superviviencia» para los próximos dos o tres días. De este modo, podrás tener tus cajas listas sin dejar de contar con lo esencial. Además, este kit también puede ayudarte en los primeros días tras la mudanza, si todavía no has tenido tiempo de colocarlo todo en su lugar. Debes colocar en este kit, ropa para dos o tres días, enseres de aseos, medicamentos o incluso puedes dejar organizado lo que vas a comer durante este periodo de tiempo. Si no lo has hecho ya, será momento de ver las posibilidades de servicio a domicilio o ver dónde queda el supermercado más cercano.
Asegúrate de limpiar todos los enseres previamente para empacarlos de manera segura. Si vas a transportar cuchillos, envuélvelos previamente. Si vas a mover ciertas herramientas a gasolina, primero vacíalas. Si no sabes cómo empacar este tipo de objetos de manera segura, no dudes en preguntar al equipo de mudanzas cuál es la mejor opción.
Prepara el papeleo. Cuando haces una mudanza uno de los elementos más controvertidos es el papeleo. Pasaportes, escrituras, testamentos, documentos del seguro, etc. Reúne todo ello en una sola caja o en un archivador de fácil acceso y colócalo siempre en un lugar donde no se pierda y pueda estar bien identificado.
Redirecciona el correo. Si quieres asegurarte de recibir tu correo en tu nueva dirección, es importante que tengas en cuenta la configuración del servicio de redirección de Correos. Puedes dejar este trámite hecho con anterioridad, para así estar 100% seguro de que tus cartas se reenviará dese tu dirección anterior a la nueva.
Para transportar los muebles tienes distintas opciones. Lo ideal es transportarlos de una sola pieza. En el caso de que tenga cajones, puedes sacarlos por completo y así podrás reducir el peso, incluso transportar lo que haya dentro sin tener que distribuirlo en cajas.
En caso de que necesites desmontarlos, bien por peso, bien por cuestiones logísticas, será importante guardar tornillos y piezas pequeñas para poder luego volverlos a montar fácilmente. Coloca estos elementos en una bolsa con cierre hermético, identifícala con una etiqueta y mantenla localizada.
Para que la mudanza sea fácil y efectiva, puedes colocar la ropa con sus propias perchas en grandes bolsas, porta-trajes o cajas específicas para mudanza donde las puedas colgar, así además de moverlas fácilmente la protegerás. Asimismo puedes utilizar las maletas para transportar este tipo de objetos de una manera mucho más práctica.
Ve despacio. No por correr acabarás antes tu mudanza. Si quieres liberarte del estrés y de la tensión, es importante anticiparte y organizarte tanto como sea posible previamente al día de la mudanza.
Cuando llegue el momento deberás marcarte unas expectativas realistas sobre todo aquello que tienes que hacer y quizás puedes organizarte en dos o tres días para ello. El mismo plan tienes que marcarte para desempaquetar las cajas completamente.
En este sentido, tómate tu tiempo para relajarte, pues no toda tu vida tiene por qué girar en torno a la mudanza. Sin prisa pero sin pausa es el mantra que deberás utilizar durante este proceso.
Cuando lo tengas todo planificado y organizado, ponle ilusión y ganas, algo de música y aprovecha el tiempo para poder hacer la mudanza correctamente. Ser positivo será fundamental para tener una mudanza tranquila, controlada, organizada y mucho más feliz.
Céntrate en tu objetivo y en ir colocando cada cosa en su nuevo lugar, con buen ánimo y sabiendo que cada caja que coloques será un pasito más para terminar la mudanza. Recuerda que inicias una nueva etapa.
Pon en práctica nuestros consejos… Si quieres que compartamos otros, escríbenos, recomiéndanos… y buena suerte…