Cómo mantener tu sistema inmunológico fuerte

Un sistema inmunológico fuerte es la mejor prevención contra las enfermedades. Todo lo que tiene que hacer para esto: Tomar decisiones conscientes todos los días que beneficien su salud. Para que puedas hacerlo, te compartimos algunos consejos para fortalecer el sistema inmunológico, todos los cuales funcionan en casa.

Probablemente ya sepa lo importante que es una dieta equilibrada para su salud. Al comer los alimentos adecuados, puede fortalecer su sistema inmunológico y proteger su organismo de los patógenos. Especialmente en tiempos como estos, recomendamos comer principalmente alimentos de origen vegetal, ya que te proporcionan fibra y fitoquímicos importantes. La fibra dietética es esencial para las bacterias intestinales «buenas» y, al mismo tiempo, asegura que las bacterias «malas» se reduzcan al mínimo. Lo que muchos no saben: la mayoría de las células inmunitarias se encuentran en los intestinos delgado y grueso, por lo que nuestra salud intestinal tiene un gran impacto en nuestro bienestar general.

El ayuno intermitente tiene muchas ventajas. Pero, ¿sabías que el sistema inmunitario también se beneficia de ello? Sin embargo, lo que su sistema inmunológico beneficia particularmente son los procesos de autofagia que esto pone en marcha. Después de aproximadamente doce a 14 horas, estos aseguran que los desechos celulares se reparen, regeneren y reciclen. Para muchos, esto suena radical e irrazonable al principio. Sin embargo, podemos asegurarte que tu cuerpo se acostumbrará al cambio.

Probablemente ya sepa que a los virus no les gusta el calor. Esta es, entre otras cosas, una de las razones por las que la mayoría de las personas se enferman más a menudo durante las épocas frías del año.
Puedes subir un poco la temperatura de tu cuerpo con una ducha caliente o un baño muy tibio. Puede “imitar” este estado tomando una ducha o un baño caliente justo antes de acostarse. Otra opción es tomar té caliente por la noche o llevar una botella de agua caliente a la cama, porque la sudoración tiene un efecto similar a la fiebre del propio cuerpo, y a los virus no les gusta nada.

El movimiento no solo es esencial para una vida flexible y sin dolor, sino que también fortalece nuestro sistema inmunológico. Cuando hacemos ejercicio, liberamos adrenalina, una hormona que induce a nuestras células inmunitarias a multiplicarse y volverse más activas en el menor tiempo posible. El ejercicio también reduce la inflamación crónica en el cuerpo.

Dormir lo suficiente es igual de importante para un buen sistema inmunológico. Durante el día, es principalmente el sistema inmunitario innato el que trabaja. Durante el sueño, el cuerpo desarrolla anticuerpos especializados como las células T. Son una parte importante de la respuesta inmune aprendida. Se sabe que si no duermes lo suficiente, no desarrollas anticuerpos.

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