¿Cuándo debe comenzar a hablar un niño?
Muchos padres nos preocupamos si a una determinada edad nuestro hijo no habla. Ante esta situación, empezamos a preguntar a otras madres y padres o, incluso, a googlear cuestiones como: ¿Cuándo empieza a hablar un bebé? ¿Es normal que todavía no hable? ¿Qué puedo hacer para que mi hijo hable? ¿A qué edad debo preocuparme si mi hijo no habla?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que cada niño sigue su propio ritmo, tanto en la adquisición del lenguaje, como en el resto de áreas. Todo depende de cuándo su cerebro está preparado biológicamente para empezar a desarrollar cada una. Sin embargo, sí que debemos tener en cuenta qué es lo «normal» y qué no lo es en el desarrollo del habla y del lenguaje de los niños, ya que esto nos ayudará a saber si nos encontramos ante un trastorno del neurodesarrollo o, simplemente, nuestro hijo va a tardar un poco más en hablar, pero no hay de qué preocuparse.
Aunque coloquialmente hablemos de retraso del lenguaje cuando un niño tarda en hablar, realmente nos estamos refiriendo a un retraso del habla, que es algo mucho más leve y de menor trascendencia. Por tanto, conviene tener clara la diferencia entre habla y lenguaje:
El lenguaje es el sistema completo de expresar y recibir información con significado. Hace referencia a entender y ser entendido ya sea de forma verbal o no verbal.
El habla es la expresión verbal del lenguaje. En ella se incluye la articulación, que es el modo en que se forman los sonidos y las palabras.
Cuando se afecta el habla, no tiene por qué haber ningún otro problema de comprensión o expresión a nivel comunicativo.
En cambio, cuando se afecta el lenguaje, se trata de algo mucho más profundo que puede llevar aparejado una limitación en la capacidad de relación con los demás.
Aunque, como hemos comentado, cada niño tiene su propio ritmo evolutivo, el neuropediatra Manuel Antonio Fernández nos da unas pequeñas pistas de carácter general para que los padres sepamos cuando debería empezar a hablar nuestro hijo:
Las primeras palabras de los niños son sencillas y de tipo bisílabos. Las puede empezar a pronunciar alrededor de los 9 meses aunque no tengan conciencia de su significado. La variedad va aumentando progresivamente y a partir de los 12 meses, los niños imitan sonidos y pronuncian 2-3 palabras de forma habitual.
Entre los 15 y los 18 meses, este proceso sigue evolucionando con gran velocidad y se amplía cada vez más el número de palabras. Alrededor de los 2 años, los niños pronuncian entre 20 y 50 palabras con facilidad, combinan palabras y siguen órdenes de dos pasos.
A partir de los 3 años, se multiplica la complejidad del lenguaje y aparece claramente el uso del verbo así como frases de entre tres y cinco palabras.
La mayor preocupación de las madres y padres se produce cuando nuestro hijo no pronuncia ni una sola palabra.
¿Hasta qué edad es normal que ni niño no diga absolutamente nada?
Si a los 2 años años no habla nada deberíamos consultar con un pediatra, neuropediatra o logopeda. Aún así, no siempre es sinónimo de un trastorno del lenguaje. Hay aspectos puramente madurativos que pueden justificar esta situación sin asociar una patología.
Si a los 3 años no habla nada. Aquí ya hay que ponerse en alerta para buscar la causa. Con esta edad, la capacidad de comprensión y expresión debería estar suficientemente desarrollada. Es factible analizar posibles causas físicas por parte de un profesional.
Si un niño de 4 años aún no habla nada A partir de esta edad, la ausencia de habla suele asociarse a algún tipo de problema neurológico o trastorno del desarrollo. Es necesaria la valoración por parte de un profesional especializado.
Cuando la ausencia de habla se debe a alguna patología y, por tanto, debería preocuparnos, normalmente se dan unas señales de alarma de forma previa. El neuropediatra Manuel Antonio Fernández nos las enumera en función de la edad:
Antes del año: No responde con normalidad a los sonidos o no vocaliza ningún sonido
Entre uno y dos años: No usa gestos o señala con el dedo
No dice adiós a los 12 meses.
Prefiere usar gestos a expresar verbalmente para comunicarse a los 18 meses o no imita sonidos habituales.
A los dos años: No es capaz de articular palabras o frases, repite sonidos o palabras, pero no usa el lenguaje con finalidad comunicativa, o no es capaz de entender instrucciones sencillas.
Pon en práctica nuestros consejos… Si quieres que compartamos otros que te llamen la atención, escríbenos, recomiéndanos… y buena suerte…