Beneficios de la espirulina
La espirulina es una microalga de color azul verdosa que sirve para favorecer la pérdida de peso, proteger al corazón y al cerebro, regular el azúcar en la sangre y favorecer el aumento de la masa muscular, pudiendo consumirse en forma de suplemento nutricional.
Estos beneficios se deben a que el alga espirulina es una excelente fuente de vitaminas, minerales, compuestos antioxidantes y proteínas, siendo considerada en la actualidad como un «superalimento» gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, principalmente.
Esta alga está disponible en forma de polvo y en cápsulas, pudiendo ser ingerida con un poco de agua o agregarse a los jugos o batidos. Tanto el polvo como el suplemento puede adquirirse en tiendas de productos naturales, farmacias, tiendas online e inclusive en algunos supermercados.
La espirulina o spirulina aporta diversos beneficios para la salud, que incluyen:
Mejora la disposición. Por ser una buena fuente de proteínas, la espirulina le proporciona energía al organismo. Además, las microalgas tienen un efecto prebiótico que fortalecen las bacterias buenas en el intestino. Con una flora intestinal equilibrada, hay una mayor producción de vitamina B6 que contribuye directamente a aumentar la energía y la disposición. Además, al ser rica en magnesio, la espirulina es capaz de ayudar en la síntesis de hormonas responsables por la sensación de bienestar.
Previene y tratar la anemia. La espirulina es una fuente de hierro, un mineral esencial para la producción de hemoglobina, que es un componente de los glóbulos rojos en la sangre. Por lo que su ingestión favorece el aumento de los niveles de hemoglobina en sangre, ayudando a prevenir y tratar la anemia.
Favorecer la pérdida de peso. La espirulina aporta proteínas y buenas cantidades de fibra que aumentan el tiempo de digestión y la sensación de saciedad, ayudando a reducir el consumo de alimentos.
Cuida la salud del corazón. La ficocianina, principal antioxidante presente en la espirulina, inhibe la absorción de colesterol en el intestino, disminuyendo los niveles de grasa en sangre.
Combate la presión alta. La espirulina es capaz de promover la producción de óxido nítrico, que tiene la función de promover la relajación de los vasos sanguíneos, lo que se traduce en una disminución de la presión arterial. Sin embargo, es importante que el uso de la espirulina sea debidamente orientado por el médico para evitar descensos muy grandes de la presión arterial, que pueden ser perjudiciales para la salud.
Regula el azúcar en la sangre. La espirulina posee antioxidantes y grasas poliinsaturadas en su composición que favorecen la reducción de los niveles de azúcar en la sangre, ayudando a prevenir la diabetes y a controlar los niveles de glucosa en quienes padecen la enfermedad. Vea otros alimentos que ayudan a prevenir la diabetes. Además, debido a su composición, la espirulina es capaz de aumentar la sensibilidad a la insulina, lo que se traduce en una rápida disminución de la cantidad de glucosa circulante.
Alivia los síntomas de la rinitis alérgica. Debido a que posee propiedades antiinflamatorias e inmunoestimulantes, mejorando la función de los anticuerpos, la espirulina se puede utilizar como un tratamiento natural complementario para aliviar los síntomas de la rinitis alérgica, como la congestión nasal, los estornudos y la picazón.
Prevenir el envejecimiento prematuro. La espirulina es rica en antioxidantes, como la vitamina A y C, que ayudan a reducir el daño celular causado por los radicales libres en la piel. Además, estos compuestos también ayudan a cuidar la piel por lo que previene la formación de arrugas y evita la flacidez de la piel.
Desintoxicar el organismo. La espirulina posee propiedades hepatoprotectoras, es decir, evita el daño a las células del hígado y lo protege del ataque de diversas toxinas, gracias a su efecto antioxidante. Además de esto, la espirulina tiene la habilidad de reducir la grasa acumulada en el hígado.
Prevenir el cáncer. Gracias a su efecto antioxidante y a la presencia de micronutrientes en su composición, como el zinc y el selenio, la espirulina también es capaz de prevenir el desarrollo del cáncer, debido a que disminuyen el estrés oxidativo y evitan el daño que causan los radicales libres a las células.
Prevenir enfermedades neurodegenerativas. La espirulina posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que actúan sobre la activación de las células gliales, un tipo de célula cerebral, por lo que podría ayudar a prevenir y/o evitar la progresión de enfermedades neurodegenerativas, en particular la enfermedad de Parkinson, el Alzheimer y la esclerosis múltiple.
Fortalecer el sistema inmune. La espirulina ayuda a activar las células inmunitarias, pues contiene el ácido γ-linolénico, ficocianina y otros compuestos antioxidantes, que ayudan a regular la respuesta del sistema inmune ante diversos microorganismos.
Cuidar la salud visual. Por su contenido de zeaxantinas, un tipo de carotenoide, la espirulina ayuda a prevenir el daño en la retina ocasionado por el fotoestrés, evitando el desarrollo de desórdenes visuales.
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