Albergues en Estados Unidos que apoyan al inmigrante
La mayoría de los migrantes que ingresan a Estados Unidos, están traumatizados por lo que dejaron atrás y por lo que encontraron en el camino
Desde que el doctor Brian Elmore empezó a trabajar como voluntario en una clínica de uno de los albergues en Estados Unidos más grandes de la frontera, ha atendido a unos 100 migrantes por virus respiratorios y un puñado de emergencias más serias.
Sin embargo, lo que más le preocupa atender son los traumas que cada vez son más y más graves en los migrantes.
Y es que, a lo largo de su travesía para llegar a Estados Unidos, con frecuencia incluyen ser testigos de homicidios y víctimas de secuestros y agresión sexual.
“La mayoría de nuestros pacientes tienen síntomas de trastorno por estrés postraumático. Quiero iniciar una revisión para cada paciente”, dijo el doctor Elmore.
Clínica Hope
Se abrió hace unos meses por el organismo católico no lucrativo Hope Border Institute (Instituto Fronterizo Esperanza).
Médicos, trabajadores sociales, directores de albergues, el clero y la policía dicen que crecientes números de migrantes sufren violencia que equivale a tortura.
Muchos de ellos llegan a la frontera entre México y Estados Unidos con una urgente búsqueda de tratamiento médico y de salud mental debido a los traumas.
Pero los recursos para esta atención tan especializada son tan reducidos, y la red de albergues está tan abrumada por las nuevas llegadas y por migrantes que llevan meses estancados por las restricciones de asilo en USA.
Casa Alitas
La Casa Alitas de los Servicios Comunitarios Católicos es un albergue en Tucson, Arizona.
Durante diciembre recibía a diario a unas 700 personas liberadas por las autoridades estadounidenses provenientes de países tan distintos.
“Cada visita puede demorar horas, ya que los trabajadores intentan establecer una buena relación con los migrantes”, dijo Reyes Borrero.
Zury Reyes Borrero es la encargada de atención a casos en el Centro para Víctimas de Tortura en Arizona.
“La mayoría de los migrantes están traumatizados por lo que dejaron atrás y por lo que encontraron en el camino”, comentó Leonce Byimana, director de servicios clínicos de USA en el Centro para Víctimas de Tortura.
Además de mencionar que el nivel de necesidad que tienen los migrantes es cinco veces mayor del que pueden ofrecer.
Los migrantes necesitan primeros auxilios en salud mental, y también una atención a largo plazo.
Ésta última es más complicada de organizar y ofrecer cuando los migrantes se alejan de los albergues en las zonas fronterizas.
Si no se atienden, estos traumas pueden aumentar al grado de necesitar atención psiquiátrica en lugar de terapia y autoayuda, dijo Dylan Corbett, director ejecutivo del Instituto Fronterizo Esperanza.
Servicio Jesuita a Refugiados
La sucursal estadounidense indicó que planea incrementar los recursos para salud mental en las próximas semanas en El Paso, Texas.
Y es que, los proveedores de servicios y los migrantes comentan que el lugar más peligroso, es el paso por El Darien.
Una región sin carreteras que separa a Colombia de Panamá, por la que los migrantes cruzan a pie.
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