Cómo superar el síndrome de abstinencia emocional
El síndrome de abstinencia emocional se suele manifestar en las personas que recientemente han experimentado una ruptura de pareja. Y no la gestionan de manera adecuada. Sienten que no pueden vivir sin la otra persona, de forma parecida a un adicto que considera que no puede vivir sin la sustancia a la que está enganchado.
Experimentar un malestar psicológico significativo después de una ruptura, sobre todo si la relación ha sido importante, es muy habitual. Nos sucede a la mayoría. Romper una relación implica muchos cambios en la vida y no es fácil adaptarse.
Sentir tristeza, nostalgia por los momentos más bonitos vividos o tener ciertos pensamientos recurrentes es muy común. Nuestra mente necesita adaptarse al cambio y procesar la ruptura, por lo que estar mal un tiempo forma parte del proceso de duelo
¿Cómo proceder ante tanto malestar?
Cuando uno siente un síndrome de abstinencia emocional, suele creer que la manera de evitar el sufrimiento es volver a recuperar a la expareja. Sin embargo, ese pensamiento es poco racional y está muy sesgado, ya que no se está aceptando que la situación ha cambiado.
Así, es clave empezar por aceptar ese cambio. La vida es cambio constante y no siempre nos gusta lo que vivimos. Sin embargo, luchar contra ello no hace más que incrementar el dolor y el sufrimiento.
Superar una ruptura de pareja implica elaborar un duelo, lo queramos o no. Por ello, es importante pasar por todas las fases del mismo para acabar aceptando que el dolor actual, un día se convertirá en parte de nuestros recuerdos y conllevará un gran aprendizaje.
Centrarnos en actividades que nos hagan sentir bien y nos permitan crear nuevas ilusiones también es una muy buena manera de actuar. El dolor hay que sentirlo para procesarlo y no va a desaparecer de golpe por el hecho de que nos distraigamos. Pero buscar momentos en los que sentirnos bien es una buena actitud hacia el cambio.
Por último, hay que tener presente que la mejor forma de proceder es evitar el contacto con la expareja. Mantener el contacto con esa persona no hace más que alargar el síndrome de abstinencia emocional, de manera parecida a la abstinencia generada por sustancias adictivas.
Si detectamos que estamos experimentando cualquiera de las sensaciones descritas y que no podemos sacarnos de la cabeza a nuestra expareja, es recomendable consultarlo con un profesional. Y que nos ayude a enfocar la situación de una forma más funcional y alejada del sufrimiento.
Pon en práctica nuestros consejos… Si quieres que compartamos otros que te llamen la atención, escríbenos, recomiéndanos… y buena suerte…