Beneficios del aceite de oliva
El aceite de oliva es sin lugar a duda el oro líquido de los países del Mediterráneo. Y no falta razón ya que es un alimento excepcional que nos aporta nutrientes esenciales para tener una correcta alimentación.
Ahora, miembros de la Universidad de Harvard también han puesto el foco en sus beneficios. Realizaron un estudio de Prevención de la Dieta Mediterránea PREDMED, que contó con una muestra de 7.447 hombres y mujeres.
Determinó que el consumo habitual de AOVE reducía el riesgo de padecer un evento cardiovascular en un 30%. Además, recomiendan que se use como única fuente de grasa alimentaria, y una cantidad entre 40 y 50 gramos al día. Los resultados, aunque creamos que nos excedemos a veces, son más que notables.
Las grasas representan un 99% de su peso, entre ácidos grasos, triglicéridos y fosfolípidos. Sus propiedades son las que convierten al AOVE en un protector de la salud por sus efectos cardiosaludables. Además, es muy rico en polifenoles y carotenoides, que destacan por su capacidad antioxidante, capaces de neutralizar especies reactivas del oxígeno, responsables del estrés.
Existen varios tipos de aceite de oliva, pero nos centraremos en el que posee la mayor calidad el Aceite de Oliva Virgen Extra o AOVE, siglas cada vez más utilizadas sobre todo en redes sociales por los nutricionistas, así que si no sabías que querían decir las siglas ya estamos nosotros para sacarte de dudas.
El AOVE se obtiene a partir del prensado mecánico de la oliva a una temperatura que pueda garantizar sus propiedades inalteradas. Posee un sabor y un aroma muy característico otorgado por los compuestos químicos que están contenidos en el fruto del olivo. Dependiendo de la variedad de la aceituna el aceite obtenido de ellas nos aportará unas propiedades sensoriales determinadas. Por ejemplo, la variedad picual tiene notas amargas y picantes, mientras que la variedad arbequina tiene un sabor más afrutado.
El AOVE no solo es considerado el aceite de oliva de mejor calidad solo por sus propiedades organolépticas, además tienen distintas propiedades por las que son considerados más saludables.
Este aceite también es rico en vitaminas A, D, E y K; todas ellas esenciales para el organismo, pero la D y la E son especialmente importantes para los deportistas en la prevención y recuperación de lesiones ya que el déficit de vitamina D podría afectar a la regeneración muscular tras el ejercicio y la vitamina E previene el daño muscular, además de que promueve la recuperación muscular tras una lesión.
Otro compuesto importante para en la prevención y recuperación de lesiones que nos aporta este oro líquido son los polifenoles. Sabemos que estos disminuyen el daño muscular causado por la inflamación. Por lo tanto, una dieta rica en polifenoles provenientes de AOVE, frutas y verduras es una excelente estrategia para la recuperación de daños producidos por el ejercicio.
El aceite de oliva virgen extra mejora los niveles de colesterol elevado e hipertensión. Además: “mejora la circulación sanguínea, ayuda en el control de peso, protege de enfermedades gastrointestinales, cuida y protege nuestros huesos, previene el envejecimiento ocular y aporta hidratación y nutrición a nuestra piel, cabello y uñas”. Es, sin duda, un todo en uno.
Para exprimir todos sus beneficios, conviene ingerir en crudo nuestro oro líquido, con tres o cuatro cucharadas al día. “Esto nos permite conseguir un sistema inmunitario fuerte que nos protege frente a posibles enfermedades. Igualmente, aconsejamos el consumo de AOVE en la dieta de las «personas intolerantes a la lactosa» y/o «alérgicas a las proteínas de la leche de vaca». De esta manera se pueden prevenir las reacciones adversas derivadas del consumo de mantequilla.
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