Entérate de las propiedades y beneficios de las fresas
Con un sabor ácido y ligeramente dulce, de pequeño tamaño, color rojo, pequeñas semillas amarillas y en forma de corazón, la fresa,-también conocida como frutilla, es una de las frutas más consumidas a nivel mundial.
Es originaria de Europa, concretamente de la región de los Alpes. Fueron los españoles, portugueses e ingleses los que la expandieron por toda Europa y América, incluso en algunas zonas de Asia.
Y aunque, claramente, su principal uso es gastronómico, la fresa o frutilla cuenta con una serie de propiedades medicinales que muy pocas personas conocen.
La fresa, además de grandes cantidades de agua, está compuesta por vitaminas A, C, más que la naranja inclusive, E, B1, B2, B3 y B6. Así como hierro, calcio, magnesio, potasio, fósforo, yodo y fibra; también ácido elágico, cítrico, málico, oxálico, salicílico y fólico. De donde salen sus cualidades curativas.
A la frutilla se le atribuyen propiedades desinfectantes. Es decir, que erradica los microrganismos; es antiinflamatorio, es antioxidante, retrasa la oxidación celular, la cual produce, entre otras enfermedades, envejecimiento precoz. Es diurética, que aumenta la secreción y excreción de orina.
El consumo de fresa ayuda en la disolución de cálculos renales. En el alivio de problemas biliares, contra las deficiencias hepáticas, la hipertensión y la retención de líquidos.
También resulta eficaz contra trastornos reumáticos, artritis e incluso para quienes presentan ácido úrico alto. Pese a ser una fruta, la fresa es recomendable para los diabéticos, ya que sus componentes facilitan la absorción de carbohidratos. Al mismo tiempo que contribuyen a mantener en equilibrio los niveles de azúcar en sangre.
Otras de sus propiedades es la de anticoagulante, lo que significa que evita o impide la coagulación de la sangre, lo que resulta útil en la formación de glóbulos rojos y blancos.
La fresa también ayuda a depurar la sangre, a limpiar el aparato digestivo, por lo que previene el estreñimiento, reduce el estrés, la hipertensión y el colesterol alto.
Todo lo anterior convierte a la frutilla en un excelente preventivo de trastornos inflamatorios, enfermedades relacionadas con la obesidad y cardíacas.
La presencia de ácido fólico en la fruta ayuda a las mujeres embarazadas a proteger a su bebé de malformaciones congénitas que pueden afectar a la columna vertebral y el cerebro.
Mientras que la presencia de acido elágico en la fresa podría reducir el riesgos de contraer tumores cancerosos producidos por agentes cancerigenos.
Contraindicaciones
Se debe tener en cuenta que la frutilla también contiene salicilatos, lo cual puede producir reacciones alérgicas, como urticaria, principalmente a las personas que son alérgicas al ácido acetilsalicílico (aspirina).
Es importante mencionar que, al consultar al médico, lo mejor es informarle que se está usando esta planta medicinal para atender algún padecimiento.
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