Consejos para limpiar el acero inoxidable en tu hogar
Hoy en día existe una variedad muy grande de objetos de acero, ya que el acero inoxidable es un material higiénico, brillante, de superficie muy lisa, lo cual facilita su limpieza y mantenimiento. Estas características se deben a su composición, ya que está formado por una fina capa de cromo que permite que las cosas de acero no se oxiden ni pierdan el brillo.
Otra de las grandes ventajas de los objetos de acero inoxidable, es que su duración puede llegar a ser de años. Pero esta se puede estropear por la acumulación de suciedad que puede hacer que recurras a trucos y productos de limpieza inadecuados que dañen el acero inoxidable.
Lo que debes de tener en cuenta a la hora de la limpieza de electrodomésticos de acero inoxidable, es nunca emplear:
- Productos con cloro.
- Limpiadores en polvo muy abrasivos.
- Esponjas de acero
Sin embargo te compartimos algunos trucos para limpiar el acero con productos que puedas tener en tu hogar
Usa vinagre blanco: El vinagre blanco es un excelente limpiador para el acero oxidado. Simplemente sumerge un paño en vinagre blanco y frota la superficie oxidada. Deja actuar el vinagre durante unos minutos antes de enjuagar con agua tibia y secar con un paño limpio.
Bicarbonato de sodio y agua: Mezcla bicarbonato de sodio con agua hasta formar una pasta espesa. Aplica la pasta sobre el acero oxidado y frota con un paño suave. Deja actuar la pasta durante unos minutos antes de enjuagar con agua tibia y secar con un paño limpio.
Aceite mineral: El aceite mineral puede ayudar a eliminar la oxidación del acero. Aplica un poco de aceite mineral sobre la superficie oxidada y frota con un paño suave. Deja actuar el aceite durante unos minutos antes de enjuagar con agua tibia y secar con un paño limpio.
Limón y sal: Corta un limón por la mitad y espolvorea sal sobre la superficie cortada. Frota la superficie oxidada con la mitad del limón y la sal. Deja actuar durante unos minutos antes de enjuagar con agua tibia y secar con un paño limpio.
Lija fina: Si la oxidación es muy resistente, puedes usar una lija fina para eliminarla. Frota la superficie oxidada con la lija fina en movimientos circulares hasta que la oxidación desaparezca. Luego, enjuaga con agua tibia y seca con un paño limpio.
Recuerda siempre proteger tus manos con guantes y usar un paño suave para no rayar la superficie del acero.
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