Salud

Diferencias de las dolencias cardiacas entre hombre y mujer

El dolor cardíaco es esencial para detectar algunas dolencias cardiovasculares. Pero, ¿por qué es importante reconocerlo? y ¿por qué es distinto entre hombres y mujeres?. “Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo”, aseguró el doctor Daniel López Rosetti, médico (MN 62540) y presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Al tiempo que resaltó que “cada año fallecen en todo el planeta 17,9 millones de personas por afecciones cardiovasculares, incluida la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular”.

Lo cierto es que el corazón brinda alertas que son necesarias para detectar un riesgo cardíaco. Algunas de las más identificadas son: un dolor repentino en el pecho, quedarse sin aire mientras se realiza una actividad habitual, perder de manera súbita el conocimiento o sentir palpitaciones asociadas a un latido acelerado o irregular. “El infarto agudo de miocardio, conocido popularmente como ataque cardíaco se produce por una insuficiente irrigación sanguínea al corazón y la consecuente falta de oxígeno. Esta situación es llamada isquemia. Cuando el flujo sanguíneo se bloquea y el órgano no recibe sangre ni oxígeno, las células cardíacas mueren”, indicó el experto.

En ese sentido, explicó que “este bloqueo se debe a la formación de un coágulo de sangre en el sitio del estrechamiento debido a la acumulación de grasa en la pared de la arteria”. Y  cuando ocurre esto, la consecuencia es “un infarto, en el cual una porción del tejido del corazón muere por la falta de oxígeno y este daño resulta irreversible. Es por eso que el tratamiento médico inmediato resulta tan importante”, dijo Rosetti.

Dolor cardíaco: cuáles son las diferencias entre hombres y mujeres
Para detectar un dolor cardíaco es necesario conocer cómo se presenta y por qué es diferente entre hombres y mujeres. “Los síntomas del infarto en los hombres aparecen como un dolor intenso, opresivo y retroesternal que aparece de un momento a otro”, detalló López Rosetti y continuó: “Esto significa que el dolor se irradia, que se propaga por toda la zona que ocuparía la corbata y se irradia hasta la raíz del cuello, la mandíbula, el hombro, el antebrazo y brazo izquierdo. El dolor puede llegar hasta los dedos meñique y anular izquierdos”.
“Estas señales constituyen la forma clásica en la que los eventos cardiovasculares se presentan en los hombres. Pero también existen formas atípicas de presentación, que bien pueden confundir el diagnóstico y hasta desestimar que se trate de algo grave”, aclaró el experto.

Por otro lado, al analizar el comportamiento en las mujeres, el profesional destacó que los “síntomas son distintos”. “Muchas veces cuando las mujeres tienen señales de dolor cardíaco lo relativizan y piensan: ‘A mí no me va a ocurrir porque soy mujer’. Porque está extendida la creencia de que el infarto es una asunto médico sólo del género masculino”, recalcó.

Más allá de las creencias, lo cierto es que la principal causa de muerte tanto en varones como en mujeres es la enfermedad cardiovascular. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 3 mujeres muere en el mundo por patologías cardiovasculares. Cifra que supera a las enfermedades oncológicas. “Los síntomas de infarto en las mujeres pueden no ser tan intensos. El dolor es más suave y no suele irradiarse a la mandíbula, el cuello y el brazo izquierdo. Tampoco aparece los síntomas de malestar general”, indicó López Rosetti.

Es necesario remarcar que las mujeres muchas veces tiene un dolor cardíaco atípico, más suave. Los síntomas de infarto pueden aparecer como dolor de pecho, palpitaciones y cansancio. Entonces, siempre que usted note que tiene estos síntomas, que pueden ir acompañados de falta de aire, piense que puede ser su corazón y consulte al médico.

Ya sea en hombres o mujeres, el profesional destacó que “la prevención cardiovascular debe ser una preocupación que atraviese todos los géneros y todas las edades. Cada decisión va forjando hábitos que afianzan un estilo de vida que nos acerca o nos aleja de un corazón sano en el futuro”. Y concluyó: “Es importante llevar una vida sana para evitar el riesgo cardiovascular. Llevar una dieta equilibrada, realizar actividad física, procurar un adecuado descanso nocturno, no fumar, realizarse los chequeos médicos con frecuencia y evitar situaciones de estrés”.

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