Se acerca el invierno y debes cuidar tu piel
Es normal que los cambios estacionales se noten también en el estado de la piel, pero el frío del invierno tiene especial mala fama.
¿Por qué? Los climas fríos y secos debilitan la función de barrera natural de la piel. Al disminuir su capacidad para protegerse, las células de la piel producen más cortisol y proteínas que provocan inflamación. El resultado: la piel estresada puede volverse más reactiva a los alérgenos y a los factores irritantes. Esto puede llevar a brotes de dermatitis atópica y de otras afecciones de la piel.
El deterioro de la barrera protectora de la piel también puede afectar a la producción de lípidos (las grasas naturales que ayudan a la piel a retener la humedad), por lo que la piel puede estar más seca y tirante.
Por suerte, hay algunos trucos para evitarlo.
1. Prioriza la hidratación.
En niños prematuros se podría valorar individualmente, pero siempre atendiendo a la edad corregida de seis meses. No se recomienda en niños con fallo de medro (que no gana bien peso), dificultades neurológicas o motoras. Tener la piel seca y tirante es de todo menos agradable. Cuando empieza a refrescar, es hora de cambiar las lociones ligeras por hidratantes más potentes.
Prioriza los productos que ayudan a reponer los niveles de humedad de la piel y a mantenerla hidratada hasta el final del día. ¿Nuestro ingrediente hidratante favorito? El ácido hialurónico. Esta molécula, presente de manera natural en nuestras articulaciones, nuestro tejido conjuntivo y nuestra piel, atrapa la humedad y la mantiene. Además de hidratar, el ácido hialurónico juega un papel importante en la reparación de la piel y ayuda a prevenir la aparición de los signos de la edad, como las líneas de expresión o la pérdida de elasticidad.
2. Añade la exfoliación
Lo ideal es que te exfolies la piel en casa con relativa frecuencia durante todo el año, aunque tengas la piel seca. La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel y a acelerar su proceso de renovación. Esto quiere decir que también suaviza la textura de la piel, al retirar la piel seca y escamosa.
Eso sí, hay una serie de factores que se deben tener en cuenta a la hora de cuidar la piel en invierno. Evita los exfoliantes físicos, es decir, los que tienen partículas granulosas que exfolian la piel de manera mecánica, ya que pueden irritar la piel y dejarla más seca de lo que estaba. La mejor opción para la piel seca son los exfoliantes químicos, como los alfa hidroxiácidos (AHA).
El ácido glicólico es un exfoliante AHA muy popular que atrae el agua como un imán. Así, es una opción eficaz pero delicada, justo lo que necesitas cuando tu piel está pasando una mala racha. El ácido glicólico se puede usar con frecuencia sobre la piel seca, siempre que sean fórmulas suaves y con bajas concentraciones. Eso sí, no olvides aplicar protección solar, ya que la exfoliación puede ser fotosensibilizante.
3. Prueba con ingredientes más delicados y regeneradores
Tu piel ya tiene bastante con las temperaturas gélidas y esos interiores más secos que el desierto del Sahara. Es el momento de sacar de la ecuación los ingredientes más agresivos.
Una maravilla para el invierno es la melatonina, un antioxidante indirecto. Actúa para reparar el daño oxidativo en la piel. Así, la melatonina es un potente protector de la piel, ya que reduce el daño oxidativo y protege el ADN celular. Es justo lo que necesitamos cuando las defensas naturales de la piel están bajas.
4. El protector solar sigue siendo imprescindible
Incluso cuando los días se van haciendo más cortos y las noches se alargan, debes proteger tu piel de la radiación UV.
Los rayos UVB, los que causan las quemaduras solares, son particularmente intensos en verano, pero pueden deteriorar la piel cualquier mes del año, sobre todo si se practican deportes de invierno. La Skin Cancer Foundation (la principal asociación estadounidense contra el cáncer de piel) nos recuerda que “la nieve refleja hasta el 80 % de los rayos UV, por lo que estos te alcanzan dos veces, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel y acelera el envejecimiento prematuro”.
Mientras tanto, a diferencia de los rayos UVB, la intensidad de la radiación de Luz Azul Solar y UVA es constante durante todo el año. Y, sí, llegan a la piel aunque esté nublado o estés dentro del coche, en la oficina o en casa. Elige un protector solar específico contra ellas.
Comparte, sigue atento a nuestro blog… y buena suerte…