Seis factores que ayudan a mejorar tu relación de pareja
En una relación de pareja hay factores determinantes para encontrar un buen equilibrio
Aunque puedan parecer evidentes los factores que favorecen una buena relación, no está de más recordarlos y reflexionar sobre ellos de vez en cuando para evaluar qué cosas podemos mejorar.
- El respeto por encima de todo. Todos nos enfadamos de vez en cuando, y es normal que en una pareja surjan conflictos, alguna discusión u opiniones encontradas. No se trata de no enfadarse nunca, o de no decir lo que nos molesta: se trata de hablar siempre con respeto hacia la otra persona.
Los insultos, amenazas, gritos o desvalorizaciones no han de tolerarse en ningún caso, pues son una forma de violencia que hiere profundamente. Es importante saber gestionar nuestras emociones para que la rabia no nos domine, es preferible tomarse un tiempo antes de responder, o posponer la discusión a otro momento si estamos muy nerviosos, antes que perder los papeles. Desde el otro lado, no debemos tolerar nunca las ofensas a nuestra persona: es importante ponerles límite. Algunas claves para una comunicación asertiva pueden seros de ayuda en estas situaciones. Esto es aplicable a todas las relaciones, no solamente en la pareja.
- Amabilidad y muestras de cariño. A veces con el tiempo, la confianza, y la rutina; las muestras de cariño y amabilidad con nuestra pareja se van descuidando ¡No debemos olvidarlas! a todos nos gusta que sean amables y cariñosos con nosotros. Una sonrisa y un “buenos días” con un beso, dar las “buenas noches”, pedir las cosas con un “por favor” y dar las gracias son buenos hábitos que favorecen la cercanía emocional con nuestra pareja, y además algún piropo sincero de vez en cuando ¡sienta muy bien!
No se trata de simples normas de cortesía, ni de ser “zalameros”, sino de hacer que la vida en pareja sea más agradable, y demostrar que respetamos, queremos, y tenemos en consideración al otro.
- Ser Fiable Un factor muy importante en una relación de pareja es la confianza. Muchas veces la confianza se manifiesta con detalles pequeños, como ser puntual en las citas, recordar los compromisos, y cumplir las promesas que hacemos.
Ser coherente entre lo que decimos y hacemos, y mostrar nuestra implicación en los detalles del día a día. Una relación se basa en la confianza mutua, la otra persona debe saber que cuenta con tu apoyo y que puede confiar en ti.
- Fomentar una buena comunicación. No es necesario tener conversaciones “profundas” cada día o hablar siempre de nuestros sentimientos y conflictos, pero hemos de cuidar no irnos al otro extremo y que la comunicación en la pareja no se centre exclusivamente en temas banales y rutinarios.
Además de la atracción física, en una pareja es importante un factor de conexión intelectual, sentirnos comprendidos por el otro, y con la libertad para hablar de cualquier tema, sobre todo de aquellos que más nos preocupan.
Saber manifestar de forma asertiva lo que nos agrada y lo que no, hablar con fluidez de nuestros sentimientos e inquietudes, expresar nuestras opiniones, sentirnos escuchados por el otro y saber escuchar, tener charlas interesantes sobre diversos temas, todo ello fomenta la cercanía y complicidad con nuestra pareja.
- Ser un “equipo”. Muchas de las decisiones que tomamos, de forma directa o indirecta, terminan afectando a nuestra pareja, así que lo más lógico sería tomarlas de común acuerdo, como un equipo, y teniendo en cuenta al otro. De esta manera también le demostramos que su opinión es valiosa para nosotros.
Cuando se crea el hábito de tomar decisiones en pareja se fortalece la unión entre ambos.
También es importante fomentar la confianza y el ser un “equipo”: establecer objetivos comunes, compartir experiencias, y resolver juntos los problemas.
Es importante sentir que nuestra pareja está “en nuestro lado”, la sensación de “ser del mismo equipo” incluso ante las discrepancias o adversidades. (En contraposición a sentirse enfrentado, luchando “contra” el otro, y ver a nuestra pareja como un rival.)
- Ser considerado en la convivencia En la convivencia diaria es posible que tengamos algunas costumbres o hábitos que molesten al otro y viceversa. Aunque parezcan detalles sin importancia pueden ir creando roces poco a poco con el tiempo.
Por ejemplo; si tu pareja te recrimina el dejar cosas fuera de lugar, los platos sin lavar, fumar en el dormitorio, o dejar levantada la tapa del sanitario y estas conductas se mantienen mucho tiempo, son cosas que a la larga pueden ir minando la relación de pareja. Si tu pareja te ha solicitado en alguna ocasión un cambio en alguno de tus comportamientos o hábitos de convivencia, el seguir manteniéndolos da muestra de inflexibilidad y egoísmo: es como decirle que su opinión no te importa y que no estás dispuesto a cambiar para mejorar vuestra convivencia.
También es una muestra de cariño el tener pequeños detalles positivos hacia la otra persona en nuestro día a día: preparar su plato favorito, dejar una nota cariñosa o dando ánimos si sabemos que le espera un día duro, preguntar qué tal le ha ido el día, un masaje en la espalda, etc.
Evidentemente, estamos hablando de pequeños hábitos, no de rasgos de personalidad o cosas así. No podemos pretender “cambiar” completamente a la otra persona, o “ser otros” para agradar a nuestra pareja: lo que detallamos aquí son pequeñas costumbres de convivencia que si podemos modificar por el otro sin mucho esfuerzo.
Siempre será necesaria la aceptación de algunas cosas que no nos gustan, pero hacer el esfuerzo por cambiar pequeñas costumbres y fomentar buenos hábitos para mejorar la convivencia nos acerca a nuestra pareja y hace más agradable el día a día.
Estos factores son bastante evidentes, pero está bien recordarlos de vez en cuando para evaluar qué cosas podemos mejorar para acercarnos más a nuestra pareja y disfrutar de una relación plena.
Pon en práctica nuestros consejos… Si quieres que compartamos otros que te llamen la atención, escríbenos, recomiéndanos… y buena suerte…