Consejos Útiles

CONSEJOS ÚTILES

Hay algunas telas que destiñen fácilmente. Para evitar esto se deben lavar con una mezcla especial: se hierve un cuarto de libra de jabón hasta que se haya disuelto totalmente. Se añade entonces una cucharada de alumbre y se deja hervir otro poco para que se mezcle completamente. Con esta preparación se lavarán aquellas telas, recordando que hay que agregar alumbre también al agua en que se enjuagan.

Para que los vestidos de color, principalmente rojo, anaranjado y tonos similares, no se decoloren en el agua, se le echa un poco de bórax, o sea atíncar, sustancia que impedirá eficazmente que la tela pierda su hermosa apariencia.

Se obtendrá una blancura extraordinaria en la ropa blanca si se añade un puñado de bórax, llamado también atíncar, por cada cuarenta y cinco litros de agua. Este es el secreto que utilizan las mujeres belgas y holandesas.

Para blanquear ropa agréguese una cucharada de esencia de trementina (aguarrás) cuando la lejía (lavandina) no baste para dejar completamente blanca la ropa.

La ropa blanca que ha quedado o se ha puesto amarillenta puede blanquearse dejándola, después de lavarla como de costumbre, toda una noche en agua clara a la que se habrá añadido una cucharada de crémor tártaro por cada litro.

Un método muy eficaz de eliminar cucarachas, hormigas, chinches y todos los insectos de estas especies, y a la vez muy económico, es el de emplear bórax o atíncar con un poco de azúcar. La mixtura se pega a las patitas de las cucarachas y otros insectos, y la llevan consigo a susnidos, o a donde se reúnen. La sustancia se propaga entre todos, se mete en sus cuerpos y les causa la muerte.
El bórax o atíncar es veneno si se traga; por lo tanto, debe colocarse fuera del alcance de los niños, gatos, perros y otros animales domésticos. Debe colocarse en lugares húmedos, alrededor de tubos de agua, en huecos y rajaduras. Cada mes eche un poco de mezcla nueva

Para refrescar bebidas sin necesidad de hielo, se colocan las botellas que se desee refrescar en un cubo y éste se llena de arena, hasta el cuello de las botellas; sobre la arena se echa una libra de sal. Luego se le echa agua hasta que se empape. ta arena y la sal; al disolverse la sal, se produce frío y en treinta minutos se enfrían las botellas.

Para que las agujas de un alfiletero no se oxiden, debe rellenarse los alfileteros con broza de café.

Las hormigas huyen de la sal común; si se pone. una franja de sal, las hormigas no pasarán. También si se les tapan con sal las bocas de los nidos y hormigueros, ellas abandonarán esos lugares.

Si nota que sus tazas están manchadas por el usó, frótelas con sal. Le quedan como nuevas.

Para quitar las manchas de achiote, hierva la parte manchada con canfín y agua. Luego ponga la pieza al sol.

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