Consejos Útiles

El mal del viajero y cómo superarlo

Viajar entre países con distintos husos horarios ocasiona en algunas personas el efecto jet lag o mal del viajero. El cuerpo resiente las travesías que implican atravesar varias zonas horarias en un itinerario único. Aunque el desfase es transitorio, tiene un impacto negativo en el rendimiento.

Cualquier motivo que conlleve a un país con una franja de horas 3 veces superiores a las habituales confunden al reloj humano interno, el cual dispone de un registro que indica el momento de comer o cuándo dormir. Estas son 2 funciones perjudicadas por el también llamado «mal del viajero».

Quienes lo experimentan, manifiestan somnolencia diurna, insomnio y síntomas somáticos, ya que el organismo necesita acoplarse a una nueva rutina, sincronizando los lapsos de luz y de oscuridad como si fuera en los que habita.

Previo al viaje

Descansar: dormir tanto como puedas contribuye a llegar reposado y facilita la adaptación al nuevo horario. Asimismo, beneficia la tranquilidad de evitar las preocupaciones y no dejar tareas para última hora.

Ajustar el reloj interno: si el viaje es planificado, modifica las horas de comida y de sueño según el sitio a visitar. Para los vuelos intercontinentales, sirve quedarse despiertos media hora más tarde por varias noches seguidas.

Programar la llegada un par de días antes: el acople a la zona horaria es menos abrupto si te organizas para arribar por lo menos con 2 días de anticipación; un tiempo suficiente para dar con el juego de la dinámica foránea.

En el vuelo

Hidratación constante: la Asociación Médica Aeroespacial sugiere beber durante un vuelo largo 8 onzas de agua cada hora, debido a que la humedad dentro de la cabina es baja y tiende a causar deshidratación.

Activa la circulación: cuando son demasiadas horas de viaje, caminar un poco por el pasillo del avión favorece la circulación sanguínea. En los lapsos que esté prohibido levantarse, realiza desde tu asiento ejercicios simples para mover las articulaciones.

Cero café o alcohol: tanto la cafeína como las bebidas alcohólicas promueven el cansancio y alteran los patrones de sueño. Omite estas sustancias durante el vuelo; tampoco comas fuera de los horarios establecidos por las aerolíneas.

Una vez en el destino

Omitir las siestas: deja el descanso para la noche, así frenas un poco los efectos del desfase.

Activarse: caminar, trotar y los ejercicios de estiramiento ponen a trabajar las endorfinas y mantienen el dinamismo indispensable para el restablecimiento del reloj biológico.

Comer a las horas: es indispensable ajustarse a la hora de comida del país de destino. La alimentación en el momento indicado hace que el organismo funcione bien y minimiza las incomodidades del mal del viajero.

Moverse con la luz del día: si deseas vencer la disritmia circadiana, así sientas cansancio cuando aterrizas, cumple con tu agenda atendiendo al horario del país que visitas. Es imprescindible actuar con la luz del sol para acoplar el cuerpo.

Pon en práctica nuestros consejos… Si quieres que compartamos otros que te llamen la atención, escríbenos, recomiéndanos… y buena suerte…

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