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Antiguos Remedios de Farmacia

Muchos de los remedios que usaban nuestros padres y abuelos, en realidad eran recetas que los médicos preparaban para sus pacientes. Hace unos 100 años, la medicina y la farmacia estaban unidas. Eso significaba que los mismos médicos preparaban las medicinas que recetaban a sus pacientes. Era común observar en sus consultorios, un armario lleno de frascos y botellítas con los ingredientes que les servían para
fabricar el medicamento que cada paciente necesitaba.
Con los años aparecieron en los pueblos y barrios las boticas y los farmacéuticos, que en ese entonces les llamaban boticarios. Ellos eran los encargados de recibir las recetas que mandaba el médico y preparaban la medicina correspondiente. Pero esto también fue desapareciendo cuando se crearon las compañías farmacéuticas que se encargaron de fabricar los medicamentos en grandes cantidades en sus laboratorios. Muchas de las medicinas que usamos hoy en día son simplemente las mismas recetas que hacían los médicos de antes, pero fabricadas industrialmente.
Aquí les presentamos algunos de estos remedios que todavía siguen siendo solución para muchos de los padecimientos comunes, cuyo conocimiento ha pasado de una generación a otra.
POMADA DE ÓXIDO DE ZINC
Esta pomada ha sido usada desde hace muchísimos años por los médicos y con el tiempo se convirtió en un remedio casero. Es una receta que sirve para aliviar la piel cuando hay ronchas, picazones y granos producidos por picaduras de insectos. Para hacerla se necesitan:
• 25 gramos o dos cucharadas de óxido de zinc.
• 10 gramos o una cucharada rasa de lanolina.
• 90 gramos o seis cucharadas de vaselina simple.
En un recipiente de metal, que puede ser una pequeña olla enlozada, se calienta la vaselina a fuego lento hasta que esté líquida. Luego se le agrega la lanolina, revolviendo todo muy bien con una paleta o cuchara de madera. Finalmente se le agrega el óxido de zinc y se sigue revolviendo hasta que la mezcla quede bien pareja.
ACEITES MEDICINALES
Una sustancia que resulta muy útil es el aceite de oliva, con el que se puede preparar un ungüento de aceite medicinal con hierbas como la manzanilla, el árnica o la caléndula. El aceite con manzanilla sirve para aliviar inflamaciones, picazón y erupciones de la piel. El aceite con árnica resulta bueno para cuando hay golpes y el aceite con caléndula para la piel reseca y manos o pies agrietados. Esos remedios se hacen de la siguiente forma:
• 100 gramos o siete cucharadas de aceite de oliva.
• 30 gramos o dos cucharadas de alguna de esas tres hierbas, según sea el caso.
Cualquiera de esos aceites se prepara colocando en un frasco de boca ancha unas dos cucharadas de la hierba elegida. Luego se le agrega la media taza aceite de oliva. Se deja reposar de 15 días a un mes, en un lugar alejado de la luz del sol.

Fuente: Libro Almanaque Escuela para Todos