Consejos Útiles

Importancia de la autocritica

La autocrítica bien gestionada es esencial para identificar tus fortalezas, debilidades y aciertos personales. Por un lado, es fundamental para evaluar cómo enfrentar las dificultades asertivamente. En otras palabras, te permite valorar tu verdadero potencial para desbloquear aquellos obstáculos que te separan del éxito.

Por otro lado, la autocrítica constructiva ayuda a eliminar hábitos poco saludables y a fortalecer la autoconciencia para el desarrollo y el crecimiento personal. En este artículo descubrirás qué es vivir consciente y cómo practicarlo.

Como es una escritura propia y expresiva, sirve como un elemento liberador y de catarsis para drenar emociones y darle una perspectiva realista a tu situación.

Tipos de autocrítica

En cuanto a tipos de autocrítica, existen la constructiva y la destructiva. Veamos las características de cada una de ellas a continuación.

Autocrítica constructiva

La autocrítica constructiva es una estrategia que sirve para ver qué podemos cambiar de nuestra vida y así mejorar como personas. En otras palabras, es un juicio analítico que ayuda a construir nuevos caminos para llegar a una mejor solución.

Es un hecho que quienes se valen de la autocrítica constructiva, considerada como positiva, poseen una buena autoestima, puesto que pueden gestionar sus propios errores para aprender de ellos, sin llegar a sentirse culpables.

Un ejemplo de autocrítica constructiva es cuando nos proponemos como meta obtener una buena calificación en una evaluación académica, pero los resultados que obtuvimos no fueron los mejores. Entonces, a partir del diálogo interno, tratamos de analizar en qué fallamos para aplicar nuevas estrategias. De esa manera, trabajaremos para tener mejores notas la próxima vez.

Autocrítica destructiva

Este tipo de autocrítica está enfocada estrictamente en los errores, por lo que suelen ser una fuente de bloqueo y de intranquilidad mental. Es usual que quienes se autocritican de forma negativa tengan una autoestima muy baja, pues internamente se tratan de una manera severa y a veces cruel.

Según la escala de niveles de Thompson y Zuroff, la autocrítica destructiva se puede clasificar de la siguiente manera:

Autocríticas destructiva comparativa: hace que siempre te compares con los demás y nunca creas que eres lo suficientemente bueno/a para algo.

Autocrítica destructiva internalizada: te estanca en la creencia de que jamás estarás a la altura de los desafíos, por lo cual casi siempre terminas abandonando las metas trazadas.

Veamos algunos ejemplos de la autocrítica destructiva a continuación:

No creo que sea una persona calificada para esa tarea.

Por más que estudio, nunca apruebo.

No soy alguien con creatividad, mejor ni hablo.

No sé planificarme, mejor no sigo en este equipo porque no soy bueno/a para esto.

En definitiva, las personas que son muy autocríticas les cuesta tomar buenas decisiones, debido a que están constantemente molestos con sus acciones, ideas y actitudes. En este artículo, te mostramos cómo tomar decisiones difíciles en la vida. Además, les resulta casi imposible pedir ayuda por miedo a ser calificados de débiles o torpes. Además, evitan correr riesgos y asumir nuevos retos.

Cómo hacer una buena autocrítica

Las claves para aprender a hacer una buena autocrítica son las siguientes:

Presta atención a tus pensamientos: aprende a identificar cómo te tratas y corrige tu diálogo interno por un patrón positivo y más comprensivo.

Marca metas factibles: si tienes unas metas en mente, podrás evaluar la calidad de tus pasos y acciones. Eso sí, no te traces objetivos muy ambiciosos, puesto que puedes caer en la frustración. Es mejor dar pasos cortos, pero seguros.

No te autocritiques en los momentos más difíciles: toma un respiro, trata de calmarte y luego, con más tranquilidad, evalúa todas tus alternativas.

Deja a un lado el perfeccionismo y acepta que todos los humanos cometemos errores. Descubre qué es el perfeccionismo en psicología y cómo superarlo.

Agradece cada una de las situaciones que se te presenten: de esta manera, no verás los problemas como errores o fracasos, sino como grandes oportunidades para el aprendizaje.

Pon en práctica nuestros consejos… Si quieres que compartamos otros que te llamen la atención, escríbenos,  recomiéndanos… y buena suerte…