Consejos Útiles

Consejos para lidiar con personas tercas

Tratar de convencer a una persona obstinada para que haga lo que tú quieras no es una tarea fácil y puede llegar a ser muy frustrante y agotador, aunque sea un amigo o tu madre. Sin embargo, si asimilas que las personas obstinadas solo tienen miedo de herir su ego y enfrentarse a la novedad, podrás hacer que se sientan más cómodas y convencerlas de que intenten ver las cosas desde otra perspectiva.

A continuación, te dejamos algunos consejos a la hora de tratar con personas tercas:

Empieza con un halago: cuando hables con personas obstinadas, trata de hacerles sentir bien con algún tipo de halago inicial, asegurándote de ser sincero/a y de no parecer que eres un/a «pelota» para lograr tu objetivo.

Demuéstrale que tienes en cuenta su opinión: otra cosa que debes hacer cuando te acuestas con una persona obstinada es tener en cuenta su posición y mostrarle que tuvo una gran idea o que lo que dice tiene elementos positivos. De esta manera, la otra persona entenderá que la consideras a ella y a sus ideas y estará más dispuesta a escucharte.

No digas que es terco: lo último que una persona testaruda quiere oír es que es testaruda.

No le digas que está equivocado: nunca digas frases como «no lo ves bien» o «no entiendes el punto, ¿verdad?» u otras expresiones tan rotundas y negativas, ya que de esta forma solo conseguirás que se cierre del todo.

Demuestra cómo la decisión traerá beneficios: si quieres tratar de reducir su ego y hacerle creer que tu decisión es válida, primero debes demostrar cómo esa idea puede traer beneficios.

Ofrece información detallada: cuanta más información des sobre tu idea o proyecto, más tranquilo/a se sentirá.

Hazle creer que la idea, en parte, también es suya: hacerle creer que realmente inspiró la idea durante la conversación o que introdujo un aspecto importante relacionado con por qué es una idea muy brillante servirá para que se se sienta orgulloso/a de sí misma y tenga la sensación de haberte convencido para no hacer lo que tú querías.

Sé decidido/a: la razón por la que las personas obstinadas a menudo se salen con la suya es que las personas a su alrededor a menudo se rinden y las dejan hacer lo que quieren.

Muéstrale por qué es importante para ti: si la persona obstinada se preocupa por ti, se convencerá simplemente escuchando la razón por la que lo que quieres significaría mucho para ti.

Recuérdale que es tu turno: es hora de que te muestres intransigente, muestres la imagen completa y hagas saber que es hora de que consigas lo que quieres.

Negocia o llega a un acuerdo: comprometerte o negociar con la otra persona puede ayudarte a convencerla de que haga lo que tú quieras sin ceder por completo.

Mantén la calma: si realmente quieres tratar con una persona obstinada y tener la oportunidad de hacer lo que quieras, no puedes dejar que tus emociones se apoderen de ti.

Encontrar puntos en común: encontrar puntos en común con la otra persona puede ayudarte a que vea las cosas desde tu perspectiva.

Facilita la tarea de cambiar lentamente: si quieres persuadir a alguien cercano a ti para que experimente algo diferente, debes hacer que se acostumbre a la idea poco a poco hasta que se sienta completamente cómodo/a en esa situación.

Elige tus propias batallas: si la persona es realmente terca, es poco probable que ceda a tus demandas con mucha frecuencia. Por lo tanto, si te cuesta convencer a la persona para que haga lo que quieres, solo debes pedirle lo que realmente te interesa.

Rompe el patrón de rendirte todo el tiempo: la próxima vez que contrates algo, aunque sea algo tan simple como la película para ver, dice que irás solo o te irás a casa si no se hace como quieres.

No ruegues y no parezcas desesperado: no tiene sentido humillarse suplicando y lloriqueando y no solo no funcionará con una persona realmente testaruda, sino que también será un poco humillante para ti.

Sé paciente: toma tiempo convencer realmente a una persona testaruda, especialmente si tratas de romper un patrón de comportamiento obstinado.

Mantén tu confianza en ti mismo: si tienes dudas o dudas sobre tus ideas, la otra persona te respetará menos e incluso estará menos dispuesta a escucharte.

Sé consciente de cuándo rendirte: si no puedes obtener ningún resultado positivo, solo podrías empeorar las cosas y es mejor abandonar la situación si sabes que no conducirá a ninguna parte.

Pon en práctica nuestros consejos… Si quieres que compartamos otros que te llamen la atención, escríbenos,  recomiéndanos… y buena suerte…